Por Javiera Ortiz Sanhueza
Dicen que lo esencial es invisible a los ojos. Por ello esa persona que te gustó, una vez pasado el enamoramiento, ya no parece tan atractiva como al comienzo. Por lo mismo, cuando pasas años y años compartiendo con las mimas personas, haciendo las mismas cosas, estando en los mismos lugares, olvidas esos detalles físicos y te quedas con los recuerdos de lo que allí viviste; te quedas con la memoria de lo que sentiste.
Cuando Po Lo revela la naturaleza de Kao, simple vendedor ambulante, al Duque Mu de Chin, asegurando que él “ve las cosas tal como deben ser, e ignora aquellas que no necesitan ser vistas”, nos deja como enseñanza perdurable que la cualidad perdida de los hombres siempre será el dejar de ver lo interior por quedarse con las apariencias, sin importar de que las cosas, las personas o los caballos están realmente hechos. Esta condición de Kao viene a juzgar el defecto aprendido de calificar todo de acuerdo a lo externo, a eso que nos parece aceptable por la apariencia exterior.
Este simple relato introducido en Levantad, carpinteros, la viga del tejado de J D Salinger apela al sistema de filosofía de Vida denominado Taoísmo. Se ha rumoreado que fue parte de las creencias religiosas del autor lo que inspiró el uso de este cuento, el que se utilizó dentro de la obra como referente favorito del entrañable Seymour Glass.
La esencia del relato es derivado de las creencias taoístas, por lo que la lectura del mismo es referente de este mecanismo espiritual que entiende lo eterno como el Tao o “el camino” que incluye el orden moral y físico del Universo, en que tanto el objetivo como el camino de la vida son esencialmente el mismo, y que el Tao solo puede ser conocido por seres escogidos que lo practican ellos mismos, no existe la ayuda del “más allá” (Taoísmo, 2015, para 10 y 14).
Comprendiendo la esencia filosófica detrás de esta historia, se entiende el sentido de entender a Kao como un referente. Po Lo es quién descubre y valora su naturaleza, el Duque Mu es quien se beneficia de ella.
Lo que nos queda a los lectores de este simple relato es que la búsqueda del valor interno, ya sea de un caballo superlativo o del camino hacia la eternidad, siempre requiere de mantener los ojos bien abiertos y el cuerpo, mente y espíritu bien dispuestos.
Referencias Bibliográficas
Cuento Taoísta de Seymour. En Levantad, carpinteros, la viga del tejado de J. D. Salinger
Lecturas complementarias:
Dávalos, L. (2010, 28 de enero). Para recordar a J. D. Salinger [Entrada de Blog]. Recuperado de https://caracas1067.wordpress.com/2010/01/28/unos-minutos-para-recordar-a-j-d-salinger/
Taoísmo. (2015). Recuperado de http://www.eltaoismo.com/taoismo/